Pasada la Navidad desde Alcalá Cofrade queremos en primer lugar expresar nuestro deseo de que todos aquellos que nos siguen hayan pasado una Navidad entrañable.
En segundo lugar queremos invitar, como es pretensión habitual de este editorial a la reflexión, en este caso sobre la Caridad.
Pero... ¿qué es la Caridad?. El propio catecismo de la Iglesia Católica la define como "la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios".
Sin embargo es el propio apóstol San Pablo en su carta a los Corintios quien mejor nos enseña en que consiste: "La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, no es ambiciosa, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
Es evidente que aunque no debiera ser así, solo en las fechas que acaban de pasar nos hacemos mas sensibles a las necesidades y dificultades de los que nos rodean. Es en el tiempo de Navidad cuando nos embarcamos en campañas de solidaridad con los que menos tienen pero... como hemos visto la caridad es algo mas que desprenderse de los bienes materiales o de lo que nos sobra.
Dicho esto vamos a relacionar la virtud de la caridad con las cofradías. Para estas la caridad debe ser fundamento y fin. Fundamento porque sin ella las hermandades no tendrían sentido y fin porque uno de sus objetivos fundamentales es darse a los demás. Sin olvidar que las cofradías además de tener la caridad como un fin también son depositarias de la caridad de terceras personas. Son intermediadoras. Son responsables de la confianza que otras personas, ajenas o no a la cofradía, depositan en ella para hacer llegar a sus destinatarios el objeto de la caridad.
Desgraciadamente muchas veces la Caridad se pervierte, el fin se convierte en instrumento, el instrumento en fin y la caridad solo esta presente en algunas cofradías para ayudar de manera encubierta a su financiación o servir para mantener una buena imagen de la corporación que se traduzca en beneficios de todo tipo. Y no caemos en la cuenta de que cuando se instrumentaliza la caridad no solo se traiciona el fundamento y fin de una cofradía sino que se traiciona la confianza de todas esas personas que de buena fe deciden practicar la caridad a través de la Cofradía.
Gracias a Dios hay Hermandades que lo tienen claro.
Gracias a Dios hay Hermandades que lo tienen claro.
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