Aunque el concepto de Cofradía ha ido evolucionando a lo largo de los siglos, en la actualidad, Cofradía es una asociación de fieles católicos en torno a una advocación de Cristo, la Virgen o un Santo, un momento de la Pasión o una reliquia, con una vocación similar de vivir la fe.
Sin nuestra manera de hacer y de vivir la fe las cofradías no serían lo que son. No se entienden sin su estética, sin ella seríamos una mera asociación de fieles, pero no una cofradía. Y eso hay que cuidarlo.
Recalcar cuatro líneas que, a nuestro juicio, son imprescindibles para no perder el norte:
CONSERVAR LA IDENTIDAD
Con que celo se guardan cada año túnicas, pasos, insignias y demás enseres, pero lo más importante es no perder la identidad, esa identidad como hermandad que a veces cuesta labrarse y más mantenerla. Cada cofradía, a su manera, va pasándose de generación en generación la antorcha que les entregaron y esa llama tiene que ser viva y luminosa.
FORMAR PARTE VIVA DE LA IGLESIA
Según nuestro modo de ver, fuera de esto carece de sentido todo el trabajo. Hay que sentirse parte de la Iglesia. Somos iglesia. Todo lo que hacemos: comunicados, triduos, procesiones, actos, tienen que tener un sentido. El misterio de la muerte y resurrección que escenificamos con nuestras sagradas imágenes en la calle, nos tienen que conducir a un Dios presente en nuestras vidas, que este con nosotros en nuestras debilidades y sea luz en los días nublados.
No podemos olvidar aquí la formación, la formación como cristianos, como cofrades, que nos ayuda a entender todo lo que hacemos y porque lo hacemos.
PREOCUPACIÓN SOCIAL
La caridad. Tampoco podemos olvidar que el origen de las hermandades estuvo no solo en el culto sino también en la caridad. Es verdad que, aunque a algunas cofradías se le olvida a menudo, hay que reconocer que poco a poco nos vamos concienciando cada vez más de que el Cristo que procesionamos, va acompañado de muchos Cristos vivientes y su dolor no nos puede ser ajeno. Así surgen todo tipo de iniciativas: campañas de recogida de alimentos y juguetes, actividades lúdicas y educativas con niños y mayores, atención a los necesitados no solo los más cercanos, también los más alejados.
UNIDAD
Esta sería la última constante, la que engloba todas las anteriores, y no nos referimos solo a la unidad dentro de una misma Cofradía sino con el resto de las Hermandades. Es precisamente en la unidad donde radica la razón de ser y el fundamento de una Hermandad.
No siempre es fácil aunar esfuerzos, limar asperezas y sumar voluntades. A veces nos enfrascamos tan de lleno en nuestro cometido o en nuestra Hermandad, que perdemos de vista que todos vamos caminando hacia el mismo sitio, que los “triunfos” de unos, deben ser los de todos y los “fracasos” también deben ser los de todos. Las Hermandades no pueden ser grupos opuestos donde la competencia empañe el horizonte de las metas comunes.
Trabajando todos por estas cuatro grandes líneas de acción estaremos dándole sentido y engrandeciendo nuestra Semana Santa y por lo tanto haciéndola merecedora del titulo que ostenta.
Alcalá Cofrade
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